Las cabinas americanas, de camiones como Kenworth, Peterbilt y tantas otras, son objeto del deseo y el sueño de muchos camioneros argentinos.
Sus enormes dimensiones permiten que la cabina de un camión se transforme casi en una casa rodante, tal como debería ser para todos.
De hecho, no es difícil encontrar fotos de enormes cabinas americanas totalmente equipadas. Baño con ducha, horno, espacio para cocinar, para comer y camas dobles.
En esta parte del continente, la longitud total del vehículo (tractor y remolque), definen el espacio disponible para la cabina y para la carga.
Desde 1976, los camioneros estadounidenses lograron contar con reglas más flexibles para las longitudes de los camiones. El primero en ofrecer un dormitorio fue Kenworth.
Generalmente, las cabinas tienen más de dos metros de largo por detrás del asiento del conductor, lo que permite generar el espacio que sea necesario.
Además, las cabinas ofrecen espacios de guardado, intimidad y todo el equipamiento que permite hacer más cómoda la vida en la ruta.
Actualmente, el Volvo VNL ofrece la cabina más grande de USA, con armarios, heladera, microondas, un sofá que se convierte en cama doble y mesa.
La ley federal de EE.UU. dice que los camiones articulados deben tener al menos 14,6 metros de largo y son permitidos aptos en todas las carreteras.
Depende del estado (provincia), sus propias leyes pueden diferir en el largo, pero no existe una regla específica para la longitud máxima de los remolques.
Cabinas americanas: Confort y algo más
Los remolques más largos que se usan en USA tienen 53 pies de largo, o 16 metros, y la medida excluye a la cabina.
Por ello, los camioneros estadounidenses pueden comprar camiones con cabinas de hasta tres metros de longitud interior total, lo que garantiza una gran comodidad.
Además del mayor espacio interno, los camiones norteamericanos ofrecen mayormente cabinas con trompa como estándar, incluso para operaciones regionales y entregas urbanas.
Los modelos frontales han ido disminuyendo en las últimas décadas, limitándose a operaciones específicas, como la recolección de basura.
Estos modelos se llaman COE o CABOVER (Cabin Over Engine), y fueron muy populares en el país del norte hasta la década de 1970.
A pesar de tener ventajas sobre los modelos con trompa -menor peso, mayor maniobrabilidad y visibilidad-, los frontales cayeron en desuso.
Otro de los ítems que le hicieron perder popularidad a los camiones COE, fue su nivel de ruido interno más alto que sus contrapartes convencionales.
Además, las vibraciones provocadas por el motor ubicado debajo de la cabina y el túnel interior que lo cubría reducía confort y espacio para el conductor.
Otro punto clave es la mayor dificultad en el mantenimiento y revisión de los componentes del motor en los camiones COE. Una incomodidad que exige esfuerzo.
Volcar la cabina requiere trabajo extra (son pocos los que disponen de volteo eléctrico), además, guardar cada elemento suelto dentro de la cabina.
En los trompudos, el capó permite acceder fácilmente a ambos lados del motor y las terminales tienen más espacio para disponer de toda su tecnología.
También, los tractores largos –con mayor distancia entre ejes-, ofrecen mayor confort para el manejo, sobre todo cuando se maneja a la velocidad autorizada.
En USA, la velocidad máxima para los camiones de la Clase 8 es de 65 millas por hora (algo más de 100 km/h).
