jueves, abril 25, 2024
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Calor: Como cuidar los fierros

El intenso calor reinante también puede afectar la integridad de «los fierros». Nuestro amigo y colaborador, Ángel Olivera, nos acercó interesantes recomendaciones para cuidar nuestros motores.

Además del nivel y estado del líquido refrigerante y del aceite de motor, procure disponer siempre la mayor cantidad de combustible en el tanque.

Esto se debe a que todos los sistemas de inyección diésel (bombas lineales, rotativas, common rail, PLD, etc.) utilizan el combustible como lubricante y refrigerante.

Los sistemas de inyección diésel trabajan a altísimas presiones por lo cual generan calor.

Con el motor funcionando y un nivel alto en el tanque, el combustible llega al motor, generalmente, a una temperatura ambiente.

Así, el sistema de inyección utiliza una parte para inyectarla dentro de los cilindros y el resto es utilizado para lubricar y refrigerar.

Luego, el combustible vuelve al tanque por una línea de retorno a una temperatura superior.

Usted puede comprobarlo: con el vehículo estacionado y el motor en marcha, toque las líneas de entrada y salida de combustible en el tanque.

La diferencia de temperatura es evidente entre una y otra: en condiciones normales, la línea de suministro tiene una temperatura menor a la de retorno.

El combustible que viene por la línea de retorno va calentando al resto dl combustible dentro del depósito.

Si el nivel es bajo el combustible se calienta más rápido y vuelve al motor por la línea de suministro a una temperatura alta.

En la actualidad muchos vehículos traen en la línea de retorno serpentinas, radiadores o incluso, tanques de aluminio para disipar la temperatura.

Aun así, siempre es conveniente mantener alto el nivel del combustible en los tanques.

Calor: Que problemas puede generar en el motor

La temperatura alta en el sistema de inyección genera pérdida de presión, por dilatación en los elementos de bombeo de combustible e inyectores y desgaste por fricción.

Esta pérdida de presión trae como consecuencia una notable pérdida de potencia. También es notable como el motor «gira unas vueltas más » para arrancar.

Este fenómeno es consecuencia de la fuga de presión por dilatación.

Que el motor «gire unas vueltas más » para arrancar genera también desgaste prematuro en el motor de arranque.

También afecta a la batería (más consumo) y al alternador, que tiene que recuperar la energía de la anterior.

Un combustible con una temperatura demasiado baja genera depósitos de parafina en el tanque y en los filtros.

Por eso, en épocas de bajas temperaturas es necesario calentar el combustible. Por ahora, nos ocupamos del calor, el invierno lo dejamos para más adelante.

Por: Ángel Olivera – Técnico superior en mecánica pesada

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