Finalmente, el Canal de Suez fue liberado al tránsito de buques entre Asia y Europa, luego de que las autoridades egipcias y los equipos de salvataje lograran desencallar el portacontenedores Ever Given.
El gigantesco barco, obstruía el paso por el canal (ver nota), luego de quedar encallado hace seis días en el extremo sur del mismo. Las tareas fueron extremas y en ellas, trabajaron dragas –que movieron 27.000 metros cúbicos de arena-, remolcadores y hasta palas mecánicas que, desde la costa, buscaron liberar el buque.
Gracias a este trabajo conjunto, y a la ayuda de la naturaleza que colaboró elevando el nivel de la marea en el Canal (ver nota), el navío retomó la navegación hacia el Gran Lago Amargo. Afortunadamente, el desbloqueo del canal demoró menos de lo pensado inicialmente.
En efecto, dada la dificultad de la labor, los especialistas consideraban que desencallar el buque podría llevar semanas y hasta, tal vez, meses. Así, el desbloqueo se logró en tan solo seis días para así reanudar el tráfico marítimo en tan importante vía de comunicación.
También, fue de gran ayuda la colaboración prestada por el remolcador holandés “Alp Guard”, que llegó en las primeras horas de la noche del domingo, y de su similar italiano “Carlo Magno”, que arribó al lugar este lunes por la mañana.
Afortunadamente, el Ever Given –un gigantesco portacontenedores de 400 metros de eslora, 220.000 toneladas de desplazamiento y 59 metros de ancho-, ya navega libremente luego de estar atascado en diagonal con su proa tocando la costa, en una parte del canal que tiene 300 metros de ancho.
El serio incidente, causó pérdidas millonarias para el comercio internacional, considerando que por el Canal de Suez transita alrededor del 10% del comercio marítimo internacional. Aunque las estimaciones difieren de acuerdo al análisis de cada involucrado, las pérdidas rondarían entre los 3.000 y los 9.500 millones de dólares diarios.
En tanto, las autoridades del canal, señalaron que Egipto perdió entre 12 y 14 millones de dólares por día de cierre, en concepto de peajes. A lo largo de los seis días, centenares de boques quedaron a la espera de su turno de paso en cada extremo de la vía.
Si bien en un principio el incidente del encallamiento se adjudicó a vientos combinados con una tormenta de arena, los cuales llevaron al navío hacia la costa, lo cierto es que los especialistas no descartan un error humano en la navegación.
