Los micros de larga distancia deberán esperar hasta el próximo mes de octubre para volver a circular. Si bien los protocolos sanitarios para su regreso a las rutas ya fueron aprobados, la iniciativa prevista para septiembre deberá esperar otros 30 días.
Las razones de la postergación se basan en la evolución de la pandemia del Covid-19 que, en los últimos días creció fuertemente en el AMBA y en muchas provincias de nuestro país.
Este servicio esencial para la actividad económica, cuenta en nuestro país con cerca de 15.000 micros de larga distancia, que cubren más de 1.600 destinos a lo largo y ancho de la Argentina y también, destinos internacionales. del interior del país.
La actividad de los micros de larga distancia se compone de más de 100 empresas que emplean a más 18.000 trabajadores en forma directa, en tanto que, indirectamente, genera otros 5.000 puestos de trabajo.
El largo parate de los micros de larga distancia, que ya lleva más de 150 días, genera una pérdida diaria estimada de 100 millones de pesos por día, según lo calculado por CELADI, la Cámara Empresaria del Transporte de Larga Distancia.
Crisis atenuada
La crisis provocada por el Covid-19, sin precedentes en el mundo moderno y en nuestro país, logró atenuarse en el pasado mes de agosto, gracias a las ayudas económicas provistas por el Estado Nacional.
Estas ayudas consistieron en los programas denominados ATP e IFE, a los cuales se sumaron créditos blandos destinados pagar salarios hasta que vuelva la actividad a las rutas.
También, el Gobierno Nacional otorgó un subsidio directo de más de 500 millones de pesos a las empresas que operan en el territorio nacional.

Protocolos listos
«Gracias a un trabajo conjunto con los Ministerios de Transporte y Turismo y Deportes, concretamos los protocolos y solo esperamos la autorización para volver a funcionar», señaló Gustavo Gaona, Director de Prensa de CELADI.
Dicho protocolo previsto para la reanudación de la actividad, abarca cuatro capítulos bien determinados y referidos a la prevención en las empresas, en las terminales, en el interior de los micros y sobre las conductas de los pasajeros.
Estas medidas exigen el uso de tapabocas en forma permanente, una adecuada ventilación de las unidades (sin la recirculación de aire) y un distanciamiento de 1,5 metros entre grupos íntimos de pasajeros.
Además, prevé que haya recipientes con alcohol en gel y con agua para la constante higiene de manos y objetos. También, el protocolo previsto en los micros de larga distancia dispone la eliminación del catering a bordo, como así también la provisión de mantas, almohadones y auriculares.