La pasión por los camiones se expresa de muchas maneras. Algunos, disfrutando del volante, otros cuidando minuciosamente sus unidades y unos pocos, construyéndolos.
Construirlos no es tarea fácil, mucho menos, hacerlo en escala como para que el camión se mire (y no se toque), en un living hogareño.
¿Es una artesanía? ¿O es un arte? En lo personal creo en lo segundo. Sobre todo, si se considera que están construidos en chapa.
Trabajar el duro metal, respetando cada detalle del original, es obra del talento de Alberto Muriega, de profesión chapista autodidacta y apasionado de los “gigantes”.
En AUTOTRANSPORTE te llevamos a conocer al artista, a través de la charla y su obra. MIRA EL VIDEO
Pasión por los camiones, el artista y su obra
En un rincón del Tigre, al norte de la ciudad de Buenos Aires, Alberto Muriega desarrolla un arte singular: vehículos comerciales a escala.
Todo comenzó a modo de hobby, con barcos que luego comenzaría a comercializar para convertirse en su medio de vida.
No falto mucho para que comenzara con su actividad como chapista autodidacta, con autos reales, de los actuales y de varias joyas restauradas.
En el amplio taller, Alberto ahora solo necesita un pequeño espacio para concretar sus obras. Talento, buena memoria y herramientas de uso común, son sus “pinceles”.
No hay dibujos ni medidas, solo el buen ojo del artista para que minuciosamente, la chapa vaya tomando la forma que sus manos le dan.
La receta no es fácil, lleva muchos ingredientes y uno secreto: pasión por los camiones. Ese sentimiento se nota en sus palabras y se refleja en su obra.
Ningún detalle se escapa en los modelos elaborados por Muriega. Motores, transmisión, suspensión, luces y elementos de confort, son el resultado de la obra.
Seguramente, buena parte de esos detalles son los que valoran coleccionistas y apasionados “de los fierros” que quieren tener “un Muriega”.
