Piggy Back es el término que usan los norteamericanos para definir lo que, en Argentina, conocemos como “a cococho”, un juego entre amigos o familiares.
En EE.UU. también se usa para definir la misma acción, pero en la amplitud del idioma inglés, también abarca el transporte de camiones superpuestos.
El sistema no es nuevo y seguramente, en alguna serie o película, la imagen de algún “Piggy Back” se nos cruzó por la pantalla.
Su configuración es sencilla, un camión tractor o chasis, se equipa con un robusto sistema unido a su quinta rueda o plato de enganche.
Este sistema, “toma” al primer camión remolcado por el eje, formando un tren de transporte carretero.
A partir del primer camión remolcado se pueden adicionar con el mismo sistema, hasta cuatro camiones que solo tocan el suelo con sus ruedas traseras.
En algunos casos, para aliviar el “tren de camiones”, se les quitan las ruedas delanteras a los camiones remolcados.
Con este sistema, se prescinde de un remolque o carretón para el trasporte de camiones nuevos, lo cual contribuye a una importante economía de recursos.
“Piggy Back” es fácil de acoplar y desacoplar del vehículo principal, lo que garantiza agilidad operativa y además, para el retorno, ocupa un mínimo lugar.
Su enganche a la quinta rueda también es tan seguro, que no requiere de correas o cadenas para “fijar la carga”.
Además de estar unidos por el robusto “Piggy Back”, los camiones comparten el sistema eléctrico y de frenos con el camión “líder”.
Para no comprometer la integridad del transporte solo se desacopla el eje cardán y se controla la adecuada presión de los neumáticos traseros.
De acuerdo a la legislación estadounidense, el sistema “Piggy back” puede enganchar hasta cuatro camiones al camión tractor.
En definitiva, “Piggy Back” es un “tren de carretera” multiarticulado que brinda agilidad en las entregas, ahorro de combustible (menor peso) y de neumáticos.