Sigue sin solución el conflicto originado por las autoridades sanitarias chilenas, el cual tiene varados a los camioneros en el cruce fronterizo (ver nota).
El mismo comenzó el fin de semana, ante un brote de COVID-19 en la aduana chilena, y la decisión de testear a todos los camioneros.
Tal decisión ocasionó demoras para los transportistas ingresantes, ya que se hacen 150/200 testeos diarios, cuando la media de paso diaria es de 900 camiones.
Con tal panorama, al día de hoy, más de 2.000 camioneros varados en diferentes zonas del cruce fronterizo sufren las consecuencias de la medida unilateral.
A pesar de los esfuerzos de APROCAM, FADEEAC, el Gobierno mendocino y la Cancillería Argentina, el conflicto sigue sin solución y con tendencia a empeorar.
La situación provocó que los conductores cortaran el tránsito, en la tarde del jueves) sobre la ruta Nacional 7 y en ambos sentidos.
Dicha protesta comenzó con los camioneros argentinos que se encuentran del lado chileno, para luego extenderse a la zona de Uspallata.
Dar marcha atrás
Cabe acotar que, hasta la semana pasada, los camioneros podían acceder a Chile con un PCR realizado 72 horas antes del cruce por Cristo Redentor.
Adicionalmente, y en forma aleatoria, también se realizaba a los choferes un test de antígenos en el complejo de Los Libertadores.
Hasta el momento, el Gobierno provincial está asistiendo a los damnificados y apoyando con una ambulancia en la zona de Alta Montaña.
En estos momentos, se estima que la espera para realizar el trámite aduanero era de 26 horas, lo cual podría incrementarse si llegan más camiones.
Según estiman las autoridades, las únicas soluciones posibles son retrotraer la situación al pasado fin de semana o incrementar fuertemente los testeos.
Así las cosas, lo más probable y ágil sería aceptar los PCR realizados en origen, y continuar con los test aleatorios de antígenos.