Para cualquier profesional del transporte que se precie, una cabina de 10 metros cuadrados es un sueño sobre ruedas.
Mucho más si el habitáculo de trabajo (y descanso), está montado sobre un chasis de la poderosa Clase 8 y de la marca Western Star.
Con una longitud de 4,5 metros, la cabina (o sleeper) del Western Star 5700 XE 6×4, fue personalizada por la firma ARI Legacy Sleepers.
Los artífices del confort del Western Star, desarrollaron el sleeper pensando en los camioneros autónomos que, muchas veces, viajan con sus familias.
ARI Legacy Sleepers personaliza camiones de acuerdo a las necesidades y gustos de sus clientes. En este caso, el “sueño” montado en un Western Star tuvo un costo de 320 mil dólares.

La empresa recibe un camión de cabina simple -con el chasis más largo posible-, la cual desmonta para darle comienzo a su magia
Detrás de la cabina original ARI construye una estructura con entrada lateral derecha y ventanas, la cual se puede aislar del puesto de conducción.
Un sueño a gusto del usuario

Un cerramiento o cortina (de acuerdo al gusto), divide el espacio de trabajo con el área de descanso, en la cual se luce todo el confort que un conducto profesional desea.
Una cocina completa, con anafe, horno, lavaplatos, heladera grande y mucho espacio para guardar alimentos e insumos. También, un baño completo con ducha e inodoro.

En la parte trasera, se desarrolla un generoso espacio con mesa y sofás, que se pueden convertir fácilmente en cama doble.
La luminosidad está asegurada con ventanas provistas de persianas americanas eléctricas y el confort se completa con un potente sistema de aire acondicionado frío / calor.
También, se destacan los espaciosos armarios que permiten disponer de la ropa que el conductor o su familia requieran para vivir muy cómodamente dentro del vehículo.
Lógicamente, el confort no sería tal si la cabina diseñada por ARI no dispusiera de un televisor de pantalla plana, que funciona en conjunto con un potente sistema de sonido, para que el conductor disfrute su merecido descanso.


La estructura también cuenta con tanques de almacenamiento de agua potable y residuales, y una instalación eléctrica que permite sumar equipos adicionales.
Para asegurar su funcionamiento, el camión posee un pequeño generador eléctrico a diesel, que mantiene la carga de las baterías, aun cuando el camión está apagado.
El sueño no es nada barato, sobre todo si se tiene en cuenta que un camión de fábrica con una cabina simple (de 82 pulgadas), cuesta alrededor de 200.000 dólares.

