Gracias a su familia y empleados, Carlos Vesprini recuperó su 619 N1 producido en Córdoba, un emblema de la actual IVECO.
Aquella unidad, de la cual se fabricaron más de 13 mil unidades, es también un símbolo de 55 años de producción ininterrumpida en nuestro país.
Apostando por la fabricación local, Carlos Vesprini, dueño del transporte que lleva su apellido, lleva más de 40 años eligiendo IVECO para conformar su flota.
Fue uno de los primeros en incorporar el 619 N1 a su empresa y también, lo condujo sin saber que comenzaba a forjarse un vínculo inquebrantable.
El 619 N1 fue su compañero de ruta, testigo de innumerables experiencias y anécdotas que, después de varios años de separación volvió a sus manos.
“Primero comencé a conducir un 619 N de mi papá. Luego llegó a mi vida mi primer camión, el 619 N1”, expresó Carlos Vesprini.
“Era un vehículo novedoso para la época. Todo lo que aprendí y la experiencia que gané, fue manejándolo durante casi 10 años”, dijo el titular de Transporte Vesprini y Transcont.
Con el crecimiento de sus empresas, Carlos tuvo que vender su querido camión, el cual dejó invalorables recuerdos y un vínculo emocional.
El tiempo pasó y 20 años más tarde, su familia y empleados decidieron recuperar el camión de Carlos y regalárselo para celebrar su cumpleaños número 50.
Ramón Montone, Gerente de la sucursal de Ushuaia, conoce a Carlos desde su adolescencia y fue una de las personas encargadas de la restauración.
“No sabíamos dónde estaba el camión, pero teníamos una foto donde se veía la patente. A partir de ahí pudimos dar con él en Viedma”.
“Hablamos con el dueño –prosigue Montone- y llegamos a un acuerdo para comprárselo”.

Vesprini recuperó recuerdos invalorables
Para evitar que Carlos encuentre la sorpresa, decidieron acondicionar el vehículo en Bahía Blanca.
“Queríamos regalarlo en las mejores condiciones, se le reacondicionó la carrocería y se le reviso el motor y los frenos”, agregó Montone.
Así, el 619 N1, el fiel compañero que nunca lo abandonó en las rutas argentinas volvió a la vida de Vesprini para no volver a separarse.
“Familiares y amigos organizaron una fiesta sorpresa por mis 50 años en un salón, y fue ahí donde me reencontré con el 619”, sostuvo Carlos.
Primero le entregaron la llave del camión y luego fue Ramón quien ingresó al salón manejando el 619 N1. “Cuando lo vi no lo podía creer”, agregó Vesprini.
Su camión es más que un simple vehículo. “Acercarme me emociona, me da nostalgia porque pasé los mejores años de mi vida junto a él”.
“Estar arriba del camión me divertía, éramos él y yo, sin preocupaciones”, concluyó entre lágrimas Vesprini rememorando sus tiempos en las rutas.
